Feeling like a pizza
Hay gente que se siente mal. Y hay gente que está "como una mierda". Yo me hago una pregunta. ¿Qué tienen las mierdas, con perdon del vocablo, que os haga sentiros como ellas? ¿Acaso habéis hablado alguna vez con una mierda?
"-Hola, señora Mierda, ¿qué tal? ¿Como está?
-Uy, muy mal, muy mal, hijo. Hoy me han pisado y me han esturreado por ahí"
Señores, por favor.
Pero no es mi problema el significado de la expresión. Es otra cosa. A ver, queridos míos, cuando escuchais a vuestros padres quejarse de "sentirse como mierdas". No sé si lo pilláis. A veces os quejáis tanto que olvidáis que hay algo más que el maldito WA, que el novio o novia o los estudios (vale que los estudios son importantísimos, pero que no merece la pena sentirle fatal por ellos. Y no digo mal porque yo estoy obsesionada con las notas como el que más). Que hay personas que están peores que vosotros, quizás en vuestra misma familia, mientras vosotros os tiráis en la cama y decís por teléfono (o por notas de WA, porque ya el teléfono como que no) que "estáis como una mierda".
Mirad qué guay.
¿Sabéis? No estoy diciendo que no tengamos que sentirnos mal. Yo misma me hago un lio con mis propios pies, me caigo, y acabo pensando que es el peor día de mi vida. Por eso mismo escribo esto. Porque en una de esas ocasiones, me dio por pensar un poco más de lo acostumbrado. Y me di cuenta de que estoy perdiendo el tiempo. No me gustó. Ahora, escribiendo esto, me siento igual. No tenemos segundas opurtunidades, no somos dioses inmortales. Debemos crecer lo necesario solo para percatarnos de esto. No pido madurar. Yo soy la primera chiquilla que está más verde que un libro de Biología, y que se cree alguien. Pero en fin, tampoco estoy diciendo que no soñemos. Solo digo que os dejéis de pensar mierdas cuando sois pizzas. Más guapas o más feas, pero todo el mundo os quiere. Vale, no todo el mundo. Pero, ¿qué le vamos a hacer? Nunca hay pizza al gusto de todos.
"-Hola, señora Mierda, ¿qué tal? ¿Como está?
-Uy, muy mal, muy mal, hijo. Hoy me han pisado y me han esturreado por ahí"
Señores, por favor.
Pero no es mi problema el significado de la expresión. Es otra cosa. A ver, queridos míos, cuando escuchais a vuestros padres quejarse de "sentirse como mierdas". No sé si lo pilláis. A veces os quejáis tanto que olvidáis que hay algo más que el maldito WA, que el novio o novia o los estudios (vale que los estudios son importantísimos, pero que no merece la pena sentirle fatal por ellos. Y no digo mal porque yo estoy obsesionada con las notas como el que más). Que hay personas que están peores que vosotros, quizás en vuestra misma familia, mientras vosotros os tiráis en la cama y decís por teléfono (o por notas de WA, porque ya el teléfono como que no) que "estáis como una mierda".
Mirad qué guay.
¿Sabéis? No estoy diciendo que no tengamos que sentirnos mal. Yo misma me hago un lio con mis propios pies, me caigo, y acabo pensando que es el peor día de mi vida. Por eso mismo escribo esto. Porque en una de esas ocasiones, me dio por pensar un poco más de lo acostumbrado. Y me di cuenta de que estoy perdiendo el tiempo. No me gustó. Ahora, escribiendo esto, me siento igual. No tenemos segundas opurtunidades, no somos dioses inmortales. Debemos crecer lo necesario solo para percatarnos de esto. No pido madurar. Yo soy la primera chiquilla que está más verde que un libro de Biología, y que se cree alguien. Pero en fin, tampoco estoy diciendo que no soñemos. Solo digo que os dejéis de pensar mierdas cuando sois pizzas. Más guapas o más feas, pero todo el mundo os quiere. Vale, no todo el mundo. Pero, ¿qué le vamos a hacer? Nunca hay pizza al gusto de todos.
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